Por Marcela Leopo Flores

El secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, encabezó la ceremonia en donde se entregaron las diez primeras cédulas de identidad personal a niños de Jalisco, en la escuela primaria estatal “Porfirio Cortés Silva”, en Guadalajara.

Francisco Blake destacó que “este programa del Gobierno para expedir la cédula de identidad es un medio más para garantizar la seguridad de la niñez mexicana”.

El funcionario federal acompañado del Gobernador de Jalisco les dijo a los padres de familia jaliscienses que deben a tramitar el documento para sus hijos, pese a que “hay interrogantes, pero les pido que nos den la confianza”.

Explicó que con la cédula “la identidad de sus hijos no podrá ser duplicada y usarla no representa riesgo alguno, podremos perseguir y castigar los crímenes de tratas de menores”.

Al tiempo que afirmó que el Ejecutivo nacional ratifica los derechos de la infancia para lograr que todos tengan acceso a una vida plena, mencionó que otras seis entidades federativas se han sumado a la medida.

Por su parte, el gobernador de Jalisco, Emilio González, dijo que el documento va a “satisfacer una necesidad de todas las personas, el derecho de identidad, quiénes somos, a qué pertenecemos, qué derechos tenemos y qué deberes son connaturales a esos derechos”.

Mencionó que se utilizará en muchos trámites en el sector público y que pronto formará parte de la cotidianeidad en la Entidad.

Según información del Gobierno de Jalisco, la cédula incluye las huellas dactilares de todos los dedos de las manos y la fotografía del iris de los ojos, lo que hace posible su plena identificación. Los datos que la integran son: identidad jurídica, acta de nacimiento (o certificado de nacionalidad o carta de naturalización) y CURP.

En el anverso contiene información personal invisible que requiere de una mica especial para poder visualizarse; elemento holográfico con efectos visuales; grabado en la mica de la tarjeta que permite la inclusión de código Braille; patrones en el dibujo de la tarjeta diseñados con programas especializados que impiden su reproducción, e imagen fantasma formada por la CURP del menor. Además en el reverso lleva el código que permitiría utilizar la tarjeta como documento de viaje, además de información del iris del menor.